Noche esposada
Invocando fantasmas se convierte la noche en lágrima seca,
mientras cosemos pasados para abrigarnos en la soledad helada.
Azul destellado,
azul el lamento que acordona la alegría revuelta,
¿quién recuperará el sueño?,
¿quién lo barnizará a tiempo?.
Sólo una verdad: somos labios.